“Yo he visto cosas que vosotros no creeríais.» «Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia.”

Las últimas y famosas palabras que el inolvidable replicante Roy Batty pronunció en Blade Runner a principios de los 80, frente a un Harrison Ford enamorado de una robot, no se han perdido en el tiempo. Han sido inspiradoras de nuestro presente y de un futuro tan próximo que ya se toca.

La inteligencia artificial es una realidad que se prepara para formar parte de nuestra cotidianidad, hasta el punto que se prevé que afectará a más de 5 millones de puestos de trabajo en 2020. La cuarta revolución industrial, dicen.

Más allá de golpes de efecto como el robot trompetista que Toyota diseñó en 2004 y que en años posteriores aprendió también a tocar el violín, o del robot Pepper diseñado en 2015 para detectar emociones humanas como la tristeza o la felicidad e interactuar con ellas, las máquinas se están humanizando. Es decir, están aprendiendo a comprender el significado de lo que se les dice.

Como un redactor de finanzas que actualmente escribe en la revista Forbes y que es en realidad un programa de inteligencia artificial. Su nombre es Quill y está preparado para interpretar datos y crear historias.

Llama también la atención la transformación que sufrió hace una semana un chatbot llamado Tay, creado por Microsoft y lanzado en Twitter el 23 de marzo, con capacidad de aprender a partir de las conversaciones con los usuarios. El resultado de escuchar a los interlocutores de la red fue que pasó de escribir tuits amables, agradables e inocentes a convertirse en racista, misógino, nazi, admirador de Hitler, negar el Holocausto y defender el terrorismo en solo 24 horas. Un debut en la web impresionante. Finalmente Microsoft lo desactivó.

Algo que nos debería hacer repensarnos a nosotros mismos. Si esto es lo que se puede aprender hoy en día de un humano quizás es que todavía no estamos preparados para dar vida a ningún tipo de inteligencia, sino que nos debemos concentrar en reparar la nuestra.

Por cierto, sólo un dato más: Roy Batty fue creado por la Tyrell Corporation el 8 de enero de 2016. Sí, de 2016.