La analítica es sexy. La tierra es redonda, las abuelas pasan dinero a escondidas, para adelgazar necesitas algo más que pagar la cuota del gym y la analítica es sexy.

Son verdades inmutables de la naturaleza. (También dijimos en otro artículo que los Data Scientists son la nueva profesión sexy, profetas de los datos que saben dónde está el money).

Pero por mucho que lo digamos en este blog mil veces, hay lectores que no nos van a dar la razón. ¿Por qué? Porque la analítica está intrínsecamente relacionada con las mates, y hay gente que le tiene miedo a los números. Venga, aquí va un secretito: yo también les tenía miedo, terror, incluso pavor. (¡Un saludo a mi profe de mates, Xavi Vitalla, que me está leyendo!). Y aún les tengo un poco y sigo aprendiendo, pero sé que pasan cosas maravillosas cuando asumes el miedo y aceptas el reto. Ha quedado un poco Mr. Wonderful, pero os juro que hablo desde la experiencia.

Dentro del Marketing Digital hay un perfil que suele ser antagónico de las mates y su lenguaje abstracto: los Community Manager. Y esto es así porque muchos de ellos provienen del Periodismo o son gente con especial inclinación a las letras y a la atención al cliente y esos dos campos suelen estar reñidos con la estadística. Son distintas áreas del cerebro, es normal, tenemos la biología en contra.

Sin embargo, es esencial empezar a amar la analítica cuando trabajas en Social Media, ya que son los datos los que te van a decir si la estrategia que estás implementando es correcta, si tu contenido aporta valor y hacia dónde tienes que orientar tus esfuerzos. Además, está el Cliente, que va a querer su reporting quincenal o mensual. El cliente quiere números absolutos, porcentajes, tendencias, comparativas… y que se lo expliques de la manera más visual y sencilla posible.

La experiencia es maravillosa y la intuición es válida… pero siempre hasta cierto punto. Nuestro cerebro a veces nos engaña, como bien indica Daniel Kahneman en su libro “Pensar rápido, pensar despacio”, y como advierte Dan Ariely en “Las trampas del deseo”. Cuidado con los sesgos y con lo que creemos que sabemos. Pon los datos de tu lado y sumérgete en la analítica.

¿Qué necesitas para ser un buen analista de Social Media?

• Conocer las herramientas de analítica que proveen los distintos canales en los que está la marca. Amarlas con sus deficiencias y aceptar que no son perfectas, pero, ¡ah!, son un comienzo.
• Abrazar con todo tu corazón las maravillas del Excel. El Excel es tu amigo; no te va a invitar a cañas, pero te hace la vida TAN fácil. Hay cursos gratuitos de Excel en Edx o Coursera, con distintos niveles y persiguiendo distintos objetivos. Es cierto que para este nivel de analítica no necesitas ser pro, pero en cuánto empieces a aprender, no querrás parar.
• Ir de la mano de alguna herramienta de publicación y analítica. Nos encanta Social Elephants, que es muy visual y ha convertido los informes en un paseo mensual. Por supuesto, existen otras: Social Bakers, Audiense, Onlypult… Pruébalas y elige la que mejor se adapte a ti como profesional, o combínalas en caso de que sea necesario.
• Acercarte a Google Analytics. Esto es un plus pero va a impulsar tu carrera ya que vas a tener un mayor control no solo de lo que pasa en tus redes sino también del comportamiento del consumidor una vez ha entrado en la página web al que le has redirigido. Apúntate a algún curso y sácate la acreditación de Google, que te va a durar 18 meses. (Sí, sí, sus acreditaciones tienen fecha de caducidad, ¿pero no es lo justo en un mundo, el digital, que cambia a tanta velocidad?). Nos gusta mucho este curso, Mide y vencerás, pero tienes opciones más baratas, como por ejemplo en Funed.
• Last but not least (¡saludo a mi profe de inglés, el Señor Brines, que me estará leyendo!): Perderle el miedo a la analítica. Y empezar a disfrutar.

Vet Robirosa